sábado, 27 de junio de 2009

La Pequeña y Mediana Empresa (PYMES) y el desarrollo local


¿Cuál es la importancia de la PYME para el desarrollo local? y ¿cuál ha sido la relevancia de los Consejos Comunales en el caso Venezolano para un marco de desarrollo local?

A la primera pregunta y, exponiéndolo en forma más general, en el caso de América Latina, el incremento de atención hacia la PYME, no se ha tornado en su totalidad en recursos significantes, sin embargo, un factor que debemos considerar interesante son las frecuentes crisis económicas, sociales y políticas, vividas por nuestra región (Latinoamérica) y, por eso es el interés en esta forma de organización. El desarrollo endógeno ha puesto en tela de juicio la forma de desarrollo de estos últimos 20 años en nuestros países, especialmente la existencia de un dualismo económico, que ha alcanzado y profundizado una inmensa brecha de desigualdad y exclusión social. Otro punto desde mi perspectiva importante de señalar, es el hecho de los procesos de descentralización y desconcentración de funciones, esto ha dado pie al impulso de las estructuras políticas y económicas locales y regionales, dándole otro sentido a los antiguos pactos nacionales, además del equilibrio entre el centro y la periferia. Se puede entender de esta forma que la promoción de la PYME obedece a planes para reducción de la pobreza, en palabras de Rhí Sausi “una especie de cámara de compensación para reducir los efectos sociales negativos producidos por las políticas macroeconómicas” (p. 121)

Hay cuatro matices detallados por Alburquerque, además de los señalados anteriormente, que dan respuesta a la primera pregunta y, es el hecho de establecer ejes estratégicos de un fondo de desarrollo local. La primera, relacionada con las innovaciones productivas y su difusión en la base productiva y el tejido empresarial de cada ámbito territorial, atendiendo de forma adecuada las exigencias locales de la sostenibilidad local.
La segunda, el respaldo decidido a la descentralización y el fortalecimiento de los gobiernos locales, a fin de dotarles de mayores competencias para el fomento del desarrollo económico territorial. La tercera, el desarrollo de servicios a la producción y creación de entornos sistémicos de competitividad territorial y, cuarta la importancia de microempresas y PYMES, las cuales constituyen la mayoría del tejido de asociaciones, a fin de asegurar territorialmente su acceso a los servicios a empresas, como aspecto clave para la difusión del desarrollo económico.

Los Consejos Comunales y la Pequeña y Mediana Empresa (PYMES)

Para dar respuesta a la segunda pregunta, empecemos por definir lo que es un consejo comunal. Los consejos comunales son el medio que permite al pueblo organizado asumir directamente la gestión de las políticas y proyectos, orientados a responder las necesidades y aspiraciones de las comunidades. Es también, el tipo de organización más avanzada que se puede construir entre vecinos de una misma comunidad. Entre algunos de sus objetivos podemos enumerar:

a) Articular las organizaciones de base actual en la comunidad.

b) Integración de la comunidad garantizando su participación en la formulación de propuestas y proyectos.

c) Gestionar la ayuda financiera y técnica para la realización de proyectos, a través de entidades de apalancamiento, acompañamiento y préstamo de recursos.

d) Convocar asambleas de ciudadanos y ciudadanas en la comunidad para discutir sobre la situación política, económica, social, entre otros en el ámbito comunal.

e) Promover la creación de nuevas organizaciones de base cuando fuere necesario.

En forma muy resumida se ha hecho el esfuerzo de explicar el objetivo final del consejo comunal, traduciéndose como la entidad catalizadora en el manejo de recursos pecuniarios para auspiciar el desarrollo local, teniendo en cuenta la regencia del mismo por la ley y la carta magna del Estado Venezolano.

Ahora bien, las PYMES necesitan añadir tecnología a sus estrategias de negocio para poder ser más productivas, pues la utilización de tecnología ya no es un lujo, en otras palabras es mejorar la administración, mejorar la integración funcional de la empresa y, mejorar la relación con sus proveedores. La aplicación de nueva tecnología sería un propulsor excelente, ya que contribuiría a una mayor competitividad. En ese rumbo transitorio es donde ha jugado un papel protagónico el consejo comunal, fungiendo como instituto paralelo a las funciones tradicionales del Municipio.

Alcances, debilidades, repercusiones

En Venezuela las PYMES aportan con más del 13% del PTB, dando empleo a más del 55% de toda la población activa, quedando el 17% empleado en la gran empresa, el 16% ocupado en el sector público (de gerencia.com)
Una debilidad de la PYME Venezolana es que sólo el 5% usa tecnología avanzada, basa su competitividad en la calidad de diseños, la flexibilidad productiva y la oportunidad de las entregas.
Otra debilidad sería la orientación de sus relaciones a corto plazo, búsqueda de soluciones rápidas y el escaso manejo de las normas de calidad, por lo cual queda expuesta ante empresas grandes competidoras.
Por esta razón, el gobierno nacional ha entregado entre 2007 y 2008, 600 mil microcréditos a las PYMES, de esta forma se ha logrado que la banca se ponga al servicio de la economía y cumpla un rol de intermediario crediticio en áreas como la manufactura, el sector agrícola, turístico y, producción inmobiliaria etc. En este sentido, se ha puesto en evidencia el éxito de la política económica implementada por el Estado venezolano por la accesibilidad a créditos para negocios familiares, creación de PYMES y empresas de producción social, ayudando de esta manera al crecimiento económico nacional.

Para culminar con este pequeño ejercicio escriturario, debo señalar algunas ventajas que ofrece la pequeña y mediana empresa (y la microempresa).
Primero que la PYMES tienen la ventaja de crear redes de negocios con socios estratégicos, de esa manera, se pueden satisfacer las necesidades de los clientes ayudando a establecer una red con el propósito de marcar una posición persistente, otra ventaja que no podría parecerlo, es la carencia de dinero para publicidad, pues, al no contar con un gran presupuesto, las PYMES educan a sus potenciales clientes antes de poder venderles y los cautivan. Este procedimiento crea confianza produciendo una relación de calidad con los usuarios y proveedores.
Segundo, las PYMES son versátiles contrario a lo que sucede con los grandes corporativos. Pueden obtener nuevos datos del mercado local con mucha más facilidad, a medida que éste cambie y se transforma en una ventaja para abarcar diferentes nichos del mercado.
Tercero, la pequeña y mediana empresa focalizada puede fomentar una buena reputación en cuanto al servicio prestado, debido a que el tamaño de su área de proyección es más manejable.
Cuarto, oportunidades de negocio, la interacción con los consumidores y proveedores pondrá al descubierto nuevas ideas, haciendo posible el desarrollo más ágil de nuevas líneas de productos.

Con lo planteado, quiero dar cuenta de la importancia del actual debate relacionado a los consejos comunales, como mecanismo de articulación entre la comunidad y los entes del gobierno, así como también, el estimulo al desarrollo de activos especialmente tecnología y recurso humano que debe considerar una PYME no sólo con una mirada restrictiva a lo económico, sino también, plantearse el fortalecimiento hacia la transformación social y el bienestar de la comunidad.

Elaborado por: Ramón E. Ángel

jueves, 25 de junio de 2009

El signo arroba @. El pluscuamperfecto.

Me da un vaso de agua, no, mejor un vaso con agua.

En junio de 2006, tuve el privilegio de visitar dos bellas ciudades bolivianas: La Paz y Cochabamba. Recuerdo que, para entonces, la temperatura allí oscilaba entre los 10 y los 3 grados, y en algunas ocasiones llegó a descender a -4. Fue una experiencia desde todo punto de vista bastante enriquecedora. La memoria, esa infinita e inagotable frontera donde se cruzan desordenadamente las imágenes más inverosímiles, suele crear trampas nacidas en el seno de su predilecta imperfección. A cada registro le asigna el rigor de una sintaxis, donde la gramática de los recuerdos, se convierte en la prefiguración de arbitrarios postigos. Me asiste la franca voluntad de observar aquellos días y perderme, de nuevo, en las calles de esas dos ciudades. Volver a transitar sus mercados, sus grandes y casi infinitas ventas de libros usados, así como escuchar el desbordado aullido de algún claxon pidiendo que le abran paso. Inolvidable la fascinante imagen de las cholitas desafiando al menos cuatro. Recordar cómo sus pequeños hijos jugaban al fútbol con una improvisada pelota de papel o cartón. Todas estas cosas vienen a mi mente, ya que la primera consulta gramatical de esta semana la realiza, desde Caracas, Venezuela, la doctora Anita Molina. Una extraordinaria psicóloga con quien tuve el sacro privilegio de recorrer los paisajes antes descritos. La doctora Anita Molina formó parte de un hermoso grupo de personas a los que siempre recuerdo con mucho cariño y admiración. Además ella forma parte de la gente que siempre me anima a seguir en esta batalla por socializar el conocimiento de nuestra gramática. Tal y como siempre lo he hecho desde que me enamoré de este hermoso oficio de juntar palabras.
La consulta en cuestión es la siguiente: ¿es correcto utilizar el signo arroba (@) como variante para construir las siguientes oraciones?
Los nin@s pueden entrar al salón de fiestas.
Los obrer@s ya hicieron públicas sus demandas.
Las niñ@s descubrieron parte de las sorpresas que les tenían.



En su consulta, la doctora Molina, agrega: “No estoy de acuerdo con esta utilización, pues en nuestra lengua este signo no está dotado de ningún sonido (fonema) y además no es una letra (grafema) que forme parte de nuestro alfabeto”. Todo lo anteriormente expuesto por mi amiga es correcto. Este signo no cuenta con una realización física (sonido) y, en consecuencia, no pertenece al grupo de las unidades fonológicas mínimas que en el sistema de una lengua pueden oponerse a otras en contraste significativo. Entiéndase fonema. Sumado a ello, tampoco puede ser considerado como una letra (grafema) ya que no está en nuestro alfabeto. En consecuencia, considero errónea su utilización en estos contextos. Otro aspecto que observa la doctora Molina, es que aquellas personas a quienes ha visto utilizar este signo, en las instancias ya descritas, al carecer de una sólida argumentación gramatical, se justifican señalando que lo hacen, pues “de esta manera pueden equilibrar la preponderancia del género masculino sobre el femenino”. Esto último aunque en muchos casos tenga esa intención, no debería ser resuelto de esta manera. Considero que de veras veritas lo que aquí sucede es que se cumple aquella máxima de Ferdinand de Saussure, “siempre trataremos decir o escribir la mayor cantidad de palabras con el menor número de esfuerzos posibles”. Creo que la explicación de la igualdad de géneros es vacía y sin ninguna justificación. Me parece ingenuo que por el hecho de colocar el signo arroba @ las desigualdades de género disminuyan, ya que, pueden verificarlo, en la mayoría de los casos el artículo con que se inician estas oraciones, se hacen reiteradamente en masculino.

El lenguaje es una sucesión de fenómenos y la utilización de este signo no pasa de ser una simple moda que, aunque genera la ilusión óptica de la igualdad, carece de algún asidero gramatical y sólo se emplea para escribir menos. Con el tema de las modas ¿lingüísticas?, bien podríamos recordar las famosas peluquerías unisex, donde se ofrecía atender a clientes de distintos sexos, obviando que el término unisex hace referencia a un único sexo. ¿Recuerdan la proliferación de lugares cuyos nombres eran Alberto’s Cafe’s? o los irritantes “lindisísimo” o “bellisísimo”. Y cómo olvidar a aquellos inexplicables pastiches a los que llamaban: “Sólo damas y algo más”. Propongo estos ejemplos para que vean cómo esto no son más que variantes de una misma causa: la moda. Si las personas siguen utilizando ese signo de esta forma, pues así nos molestemos poco podemos hacer, ya que la lengua es de todos y de nadie. Uno lo que trata modestamente es de compartir algunas inquietudes. Nada más.
Dos consultas finales:

1) Olvidé quien me preguntó acerca de si es correcto decir o escribir:
“había habido”

No sólo es correcto sino que esta perífrasis verbal corresponde al pluscuamperfecto. Un tiempo compuesto que poco utilizamos, pero que no tiene nada de incorrecto cuando se usa, como cualquier otro tiempo verbal, de forma correcta. Lo podremos encontrar en frases u oraciones como, por ejemplo:
Había habido allí, un congreso de economía social.

2) La última consulta de hoy es:
¿Cuál es la forma correcta: un vaso de agua o un vaso con agua?

Es muy sencillo: las dos formas son válidas y serán correctas dependiendo del contexto y de la solicitud que se ha hecho. Si una persona pide un vaso de agua, no pretende que le den un vaso hecho de agua. Eso sería bastante torpe inferirlo. La persona lo que pide es un vaso lleno de agua. Es decir, que esté completo hasta el final. Quien pide un vaso con agua, está solicitando un vaso con una incierta cantidad de agua. Puede, el vaso, contener la mitad o una tercera parte de su capacidad. Una forma de entender esto, bien pudiera ser con los siguientes ejemplos:

Venezuela exporta 3 millones de barriles diarios de petróleo.
Estos son los barriles con petróleo que se rompieron y luego se incendiaron.


Si Venezuela vende barriles de petróleo, todos deben tener la misma cantidad en su interior. En cambio, los barriles que se rompieron y luego incendiaron, seguro poseían cualquier cantidad de petróleo.
Esto ha sido todo por hoy. Gracias por sus comentarios y no duden en hacer sus consultas para darle más y mejores contenidos a las cosas sencillas que exploramos.
Elaborado por: Isaías Cañizález Ángel.

Participación y debate: problemas prácticos. Segunda y última parte


Definitivamente lo único más aburrido que la impostura intelectualista es la impostura anti-intelectualista. Y es que el modus operandi del intelectual al menos es por tod@s conocido: consiste fundamentalmente en creerse que por haber “leído” uno o mil libros o tener un título X, se tiene no tanto la facultad para hablar o reflexionar mejor que los demás, sino especialmente y sobre todo el derecho de hacerlo por los demás. La impostura intelectual, por tanto, es la de aquel sujeto que se supone que sabe algo que el resto no, lo cual le daría un estatuto especial, un poder: el poder de la palabra ilustrada, de la idea válida, de la reflexión correcta. Andrés Bello es tal vez El modelo del intelectual, al menos por estas latitudes. Pero James Petras, por ejemplo, o Ramonet, son por las mismas razones aunque por motivaciones contrarias paradigmas del intelectual. En el primer caso, es fundamentalmente el propio intelectual (y el aparataje institucional - disciplinario que lo acompaña) el que asume el derecho sobre la palabra y el pensamiento. En el segundo caso, no es tanto éste sino la demanda pública la que lo coloca en la posición privilegiada. En el primer caso, el intelectual se propone iluminarnos con su sabiduría, pero en el segundo somos nosotros los que le demandamos que nos ilumine.


Pero la impostura del anti – intelectual, aunque seguramente más simpática, no es mucho mejor que la del intelectual. De hecho, sería todo un reto tratar de precisar cuál de las dos figuras es más tristes. Y es que la impostura anti – intelectual consiste básicamente en presumir que existe una suerte de saber popular originario, puro, casto y bueno, al que es necesario escuchar, al que hay que proteger en contra de los usurpadores de la teoría, que no se puede dejar subsumir por los pesados muros de la academia y que además se debe asumir como verdad verdadera. Por ese motivo, el anti-intelectual, al menos en su versión avanzada, denigra de los libros. Ve en los conceptos aparatos castradores de la verdadera sabiduría popular y en los intelectuales unos sujetos pedantes y engreído que miran con desprecio al pueblo. Así las cosas, si el intelectual defiende la academia, el anti-intelectual reivindica la calle; si el intelectual se codea sólo con otros sabios como él, el anti – intelectual se baña con el “pueblo mismo”, con la gente común y corriente, con la que lleva una simple life como diría la Hilton. Si el intelectual es el prohombre de la teoría, el anti - intelectual es el paladín de la práctica. Por eso, frente a una disputa cualquiera, el anti – intelectual siempre pospondrá el momento del pensar por el de actuar. Se comportará pues como Maduro: dirá que lo otro es hablar paja o simple diletantismo cuando “hay tanto por hacer”, pero además también dirá que es innecesario y que el pueblo, la gente común, sabe ya lo que hay que hacer, sabe cómo comportarse, sabe qué necesita y cómo obtenerlo. En tal virtud, si uno tuviera que dar un nombre pedante a esta disputa histórica entre intelectuales y anti-intelectuales, a este torneo centenario de dimes y diretes y de odios correspondidos, creo que el mejor, o al menos el más colorido, sería aquel que utilizaban tanto el peronismo como la derecha argentina para definir el conflicto suscitado por la masificación de la educación: la guerra de uno y otro bando es la guerra de las “alpargatas contra los libros”, de la gente común y corriente contra los abstractos academicistas.


Lo que el anti – intelectual sin embargo no sabe, o pretende no saber, es que su posición antiacadémica es de entrada falsa. Y lo es no porque el intelectual tenga razón, sino porque su naturalismo romántico es propio de un aparataje intelectual que tiene sus propia historia, que tiene sus propios prohombres, que tiene sus propias teorías y sus buenos conceptos muy eurocéntricos (identidad, tradición, pueblo, esencia, cultura, lo autóctono, etc., etc., etc.,…). En consecuencia, si hubiese realmente alguna diferencia real entre el intelectual y el anti – intelectual, esa sería que el primero habla desde la academia a sabiendas de eso y por tanto se aprovecha, mientras que el segundo habla también desde la academia y no obstante no lo sabe o lo niega. El primero por tanto es cínico pero consecuente. El segundo es romántico pero inconsecuente. Pero lo peligroso, lo realmente peligroso de este asunto, no es que el anti – intelectual sea ingenuo, sino que esa ingenuidad lo lleva a converger en no pocos casos con prácticas burocráticas que definen lo que es correcto pensar o no, lo que debe y no debe decirse, quién está autorizado para alzar su voz y quien no, cuándo una palabra es correcta y cuando sancionable. De no ser así, uno no se explicaría por qué mucho de esos que ahora se molestan por las críticas pero inofensivas palabras de unos críticos pero inofensivos académicos, no se molestaban cuando estos se dedicaban a justificar cualquier cosa que los chavistas hacíamos por bien o mal hecha que estuviesen. Por qué, por ejemplo, no se incomodan cuando Buen Abad o el otro señor de apellido creo que Rivero filosofan desde La Hojilla: ¿no es eso acaso intelectualismo? Cuando Fernando Bianco definió el comportamiento de la posición como “disociación psicótica” ¿no estaba apelando a una teoría psicologista para hacerlo? ¿No fue eso, de hecho, lo que justamente le celebramos, el hecho de que gracias a él no era lo mismo decirle a los escuálidos que estaban “locos” sino “disociados” porque teníamos el aval de una “disciplina científica? ¿No era Monedero nuestro “artillero del pensamiento” favorito hasta hace unos días atrás? En tal sentido, pareciera que con el intelectualismo pasa un poco como con el colesterol: lo hay del bueno y del malo. En este caso, es bueno cuando estamos de acuerdo con lo que plantea, pero definitivamente se vuelve malo cuando no.


En virtud de lo anterior, creo que es bueno llamar las cosas por su nombre y no refugiarse en subterfugios que en nada ayudan. En esa caso, lo primero que habría que decir es qué, en efecto y en contra del intelectual, el pensamiento y la crítica son actividades propias de cualquiera que hable o que tenga, como diría un amigo mío, dos pulgares opuestos. De hecho, si uno se pone a ver, son quizás las actividades más democrática de todas o de las que más. Pues si se para ser músico se necesita cierto talento así como para pintar o hacer goles, para pensar lo único que hace falta es eso: tener dos dedos pulgares opuestos. Sin embargo, en contra del anti – intelectual, lo que habría que decir es que el pensamiento y el disenso que éste puede generar no son hechos dados. No se trata de repetir un saber ancestral e inmutable transmitido de generación en generación o de corear consignas tan inteligentes como intrascendentes: se trata de ejercer un trabajo sobre sí mismo, de un ejercicio de la militancia que te obligue siempre a ser mejor y apostar cada vez más arriba, independientemente de los riesgos que eso implica, por prácticas libertarias y de igualdad. Este trabajo de militancia, por otra parte, no puede y de hecho no es un trabajo individual. En tal virtud, no se trata de tener un “pensamiento propio”, como quien tiene una casa, un perro o un carro. Entre otras cosas porque quienes reivindican un pensamiento propio por lo general obvian, otra vez, que a través suyo hablan largas tradiciones de filósofos, economistas, de hombres de estados, de psicólogos, etc., que naturalizaron e hicieron sentido común que nosotros repetimos inconcientemente. Pero fundamentalmente porque ese imperativo de propiedad es el requisito número uno del académico que se tanto desprecia, ¿o no se llama justamente eso propiedad intelectual?


Para concluir, quería corregir una apreciación que hice en la primera parte de esta nota sobre lo planteado por Carlos Rivas. Pensándolo mejor, no estoy tan seguro que exagere en lo que dijo, el problema creo es que no desarrolla su planteamiento. Y en cuanto a lo planteado por Carlos Larangueiras en la última parte de su nota: apoyo lo de abrir el espacio para la hiper – participación, el hiper – debate, las hiper – proposiciones, única manera en mi criterio de deslastrarse de verdad de esas dos figuras infames que son en el intelectual y el anti – intelectual, para salir de ese estado de cosas en el que somos más esclavos de lo que creemos pero a la vez más libres de lo que nos damos cuenta.
Elaborado por: Luis Salas.

martes, 23 de junio de 2009

A bueno entonces si de hiper se trata entonces pongamos los puntos sobre las hiper


Resulta que el debate que recién surge a lo interno de la izquierda venezolana a raíz de un evento de “intelectuales de izquierda” y las posteriores reacciones del presidente Chávez a lo dicho en él, tiene mucho más aristas que la simplificación del hiper liderazgo.

Y es que ahora pareciera que se quiere simplificar el hecho en torno al famoso hiper liderazgo, que en mi opinión no es asunto de tanto revuelo, ya que es evidente que el liderazgo del presidente Chávez es contundente y con razones de sobra que no me detendré a nombrar porque eso seria interminable, pero dicho en perfecto venezolano se puede resumir en que le ha echado un camión de bolas para que el país este donde esta cosa que nunca nadie hizo y para ser sincero hoy en día muy pocos (siendo optimista) hacen.

Ahora bien sin duda que tampoco es aplaudible la reacción del presidente ante las conclusiones hechas por este grupo de personas, todas respetables por demás, porque es evidente que mucho de lo que allí se planteó es parte de lo que debe marcar una nueva etapa en el proceso de construcción del socialismo venezolano, que es el debate intenso sobre lo que debe ser los pormenores que necesitan ser analizados en esta construcción, sobre todo si estamos partiendo de la premisa de que esto será un socialismo inédito, cuestión a la que ni el presidente, ni nadie debe oponerse ni mucho menos ofenderse.

Pero lo que no parece estar muy claro dentro de los que han prendido las alarmas por lo sucedido es la actitud de algunos de señalar y juzgar, sin siquiera auto revisarse sobre cual es su real actuación en medio de lo que significa el aporte para este proceso.

De allí que yo considero que hay muchos hiper que tocar aquí, no solamente lo relacionado al hiperliderazgo, que sin duda debe ser un punto para el debate, sino también de la hiper desidia, de la hiper comodidad, del hiper ego y en especial del hiper ego intelectual, entre un sin fin de hiper etcéteras que se hacen necesarios si vamos a hablar de revisión.

Siempre me parece tristemente cómico, como algunas personas dan aquellas recetas extensas y muy bien articuladas de cómo se llega y qué es el socialismo y de un manual que identifique quien es o no revolucionario, en especial porque eso es una tendencia que encontramos en todas partes, tanto en la administración pública, como en las plazas, como en los partidos “re y ultra revolucionarios”, pero por sobre todo esto es casi una constante de la academia, donde entre cita y cita creen tener la llave maestra que nos conducirá mágicamente derechito hasta la conquista del sueño.

Pero es que al final de cuentas para mi es bastante hiper absurdo querer ampararse en la comodidad de una cita para no referirse a un pensamiento propio que pueda comprometer una opinión, ya que en este mundo muchas cosas se han escrito y conseguir un par de frases que sustenten lo que yo quiero expresar resulta una practica que no trae demasiadas complicaciones y al final de cuentas eso en nada significa que, solo porque lo escribió algún personaje reconocido en la “intelectualidad”, esa sea la verdad que nos lleve a conseguir los objetivos que queremos y que debe tomarse como “sacro santa palabra revolucionaria”.

Claro antes de que empiecen algunos a ametrallarme (cosa que tampoco me preocupa mucho) quiero dejar claro que lógicamente esto en ningún momento significa que no hay que conocer y escudriñar entre estas teorías, pero desde mi punto de vista siempre para crear pensamientos propios o por lo menos que se acerquen a eso, y por su puesto asumiendo que nadie es el dueño de la verdad y que muchas cosas, sobre este tema aun no han sido dichas.

Ahora que cosa si me parece que es verdaderamente complicada en todo este asunto, el hecho de tener que llevar a la realidad tanto pensamiento abstracto que en cuanto al tema del socialismo se ha y se sigue escribiendo, porque para algunos resulta muy fácil encerrarse amparados en ese hiper ego intelectual, con algunos libros con los cuales sino se está de acuerdo con ellos siempre darán la posibilidad de que simplemente se cierren, mientras se mantienen al margen de los espacios donde se construye en colectivo, y donde a través del debate que en más de una oportunidad nos obligará a asumir nuestras equivocaciones y nuestras diferencias, se está, en la realidad, planteando las opiniones de un grupo asambleario que en mi opinión tienen más peso que la opinión de un solo “intelectual”, llámese como se llame.

Claro que en muchas oportunidades estos “intelectuales” caen en esto porque el hiper ego les dice que ya “no se esta pa` eso y esas son etapas superadas” y así sentirnos unos revolucionarios arrechísimos porque hemos leído que jode y nuestro debate solo se dará con quienes consideremos “tienen el nivel necesario”.

Es por esto que para mí, cuando no se participa en la construcción colectiva, es bastante dudosa la capacidad que se puede tener para autodenominarse socialista o juez de quien reúne los requisitos para ser un revolucionario real y quien no.

Ahora bien a propósito de lo que se ha comentado también como tema de debate, acerca de que no deben ser los únicos espacios de construcción colectiva el PSUV y los consejos comunales, es algo con lo que particularmente estoy de acuerdo porque evidentemente eso seria un error, pero en este momento esos son espacios que existen y que lejos de destruirlos a pedradas, hay que intentar encaminarlos hacia donde el colectivo considere que es lo mejor para el socialismo que queremos, así que sin duda que me parece poco lógico querer atacar estas nuevas formas de participación que sin duda se encuentran plagadas de defectos, pero que también sin duda vienen a representar mejoras hacia los espacios existentes en el pasado, sobre todo cuando ni si quiera he apreciado aquí que alguien se detenga a pensar y promover nuevas propuestas que cohabiten con estas, para que no solamente exista la actitud simplista de decir que deberían existir otras y ya.

Así que en vista de que no se vislumbra ninguna propuesta real de nuevas formas de participación alternativas a las ya nombradas, aunque espero que a propósito de los cuestionamientos todos los que tienen estas inconformidades decidan enmarcarse en el ejercicio sano e interesante de dedicarse a pensarlas y plantearlas a la opinión pública, para que se sometan a la revisión y el cuestionamiento del colectivo tal como están las actuales, y así promuevan la habitabilidad con las establecidas o en caso tal de ser tan buenas las nuevas opaquen completamente las existentes, en función de aportar propuestas, que considero que es el camino correcto, a esa búsqueda del crecimiento de nuestros valores socialistas y plurales en este mar de diversidades en el que vivimos.


Es por esto que a mi humilde parecer considero que aquí hay que agregar unos cuantos hiper que son necesarios para lograr, lo que supongo en el fondo todos queremos, y es asumir que aquí es necesario crear hiper participación, hiper debates, hiper proposiciones, hiper poder popular, hiper conciencia, hiper solidaridad, entre muchos hiper más que están faltando y muchos otros que están sobrando, para así poder avanzar en la construcción de un sistema social que es de todos y no solo de algunos, para ser más claro que no les pertenece a los que más poder tienen en la actualidad, ni a los que más conocimientos intelectuales puedan tener, es decir y escúchese bien es de TODOS!!! Y para los que prefieran acompañen a ese TODOS con una hiper acentuación.


Elaborado por: Carlos Larangeiras.

lunes, 22 de junio de 2009

Ahora en Chile saben más sobre la Revolución Venezolana







A sala llena se realizó el Foro Panel: “Estrategias de Desarrollo Local en Venezuela: Una mirada desde las Misiones Bolivarianas y los Consejos Comunales”, un evento académico organizado y protagonizado por estudiantes venezolanos becados por Fundayacucho en la Escuela Latinoamericana de Estudios de Postgrado de la Univerisidad Arcis de Chile (Elap-Arcis).




Los cursantes del magíster en Políticas Sociales y Gestión Social cumplieron con la agenda de la cátedra “Descentralización y Desarrollo Local” organizando este foro con las ponencias de la Embajadora de Venezuela en Chile, Dra. María Lourdes Urbaneja y dos cursantes de dicho magíster, Gleudys Martínez y María Zerpa.




La actividad tuvo apertura a cargo de la directora del magíster Teresa Quiroz quien felicitó la tarea de los estudiantes, al tiempo que expresó el compromiso y responsabilidad que los mismos han asumido para cumplir con las labores de difusión que tienen los venezolanos para dar a conocer los avances de la Revolución venezolana mediante escenarios académicos de este tipo.




Seguidamente se abrió el bloque de ponencias con “La Reforma del estado venezolano y el proceso de descentralización: Modelo Neoliberal Vs Etapa de transición al Modelo Socialista del siglo XXI a cargo de Gleudys Martínez quien explicó el proceso de descentralización que atravesó nuestro país durante los últimos cuatro gobiernos, logrando ejemplificar las diferencias entre éstos y la iniciativa actual del Plan Nacional Simón Bolívar. “Durante el modelo neoliberal sólo se avanzó en la desconcentración de funciones para aminorar la carga burocrática del aparato central estatal…tenemos que en la etapa de transición al modelo socialista las acciones del gobierno indican que hay un gran avance en cuanto a la descentralización, otorgando a las comunidades organizadas no sólo recursos sino también poder decisorio en cuanto al diseño, ejecución y control de proyectos sociales acordes a sus necesidades…”




A continuación tomó turno la embajadora de Venezuela en Chile para ofrecer su ponencia titulada “El Poder Popular en la Revolución Bolivariana, expresión de verdadera democracia” durante su exposición Urbaneja explicó los objetivos de la refundación del estado venezolano, una vez se inicia el gobierno de Hugo Chávez, asimismo generó opinión sobre los objetivos del Plan de la Nación, sus polos de desarrollo y los cambios generados en la población. “La Constitución nos da el mandato de construir un Estado Democrático y Social de Derecho, de justicia que busca construir una sociedad democrática, participativa y protagónica, donde la soberanía descansa en el pueblo y donde lo público ya no es exclusivo de los ámbitos de gobierno”.




Luego de un breve receso los asistentes insistieron con su presencia escuchando el cierre del evento con la ponencia de María Zerpa quien habló sobre “Las Misiones y los consejos comunales como nuevas estructuras de participación para el fomento del desarrollo local”, durante esta intervención se conoció en profundidad sobre los avances y el contenido de las Misiones Sociales, el concepto, estructura y funcionamiento de los Consejos Comunales, así como las oportunidades de participación sustantiva que tienen los venezolanos para generar el desarrollo desde su localidad para bien colectivo “ ambas instancias de participación tienen por reto el enfrentarse a los patrones de conducta tradicionales que aun persisten en los gobiernos, alcaldías, ministerios, entre otros…se han convertido en un todo, en un portento de ebullición por y para la participación y la creación de perspectivas probables para el desarrollo local”.




El momento fue oportuno para conceder el micrófono a la audiencia, generándose un amplio espacio de sana polémica, interrogantes y positivos comentarios sobre la actividad.Para el cierre del evento, se dio la palabra al profesor de la cátedra de Descentralización y Desarrollo Local quien reconoció el significado, importancia y relevancia de los temas tratados, al tiempo que agradeció la asistencia masiva y el ambiente gratificante generado por los presentes.






Elaborado Por: Yunaira Solera

El extraño junio de la ARCIS




Bien nuevamente he decidido escribir algunas letras para compartirlas con todos los que como yo cree que es importante estar atento a todos esos sucesos que van sucediendo tras bastidores pero que tienen una significancia relevante dentro de todo lo concerniente al convenio entre fundayacucho y ARCIS.



Es por esto que en medio de muchas situaciones confusas y extrañas que aquí intentaré describir, me nace una serie de dudas de hasta ¿qué punto fundayacucho y el gobierno venezolano están al tanto de lo que acontece alrededor de un convenio que lamentablemente solo ha permitido la comunicación interinstitucional obviando la opinión de quienes estamos en las bases de este, como lo somos nosotros los estudiantes?



Comenzaré comentando lo que sucedió el día 9 de junio pasado cuando al candidato presidencial de la ultra derecha chilena Sebastián Piñera se encontraba en la sede de artes de la UARCIS, es decir justo la sede que se encuentra frente a la ELAP, donde al ser detectados por el estudiantado se creó un alboroto impresionante hasta que dicho candidato tuvo que abandonar la sede, ahora la pregunta es ¿Qué hacia Sebastián Piñera en ARCIS? Bien para impresión de todos resultó que la información que trascendió a los pasillos fue que la universidad le rento los espacios para que grabara sus propagandas para su campaña por la presidencia… ¿primer hecho extraño no?



Bien pero esto es solo el comienzo de estas raras situaciones, y es que posteriormente en la prensa podemos ver el cercano pacto que estaría rondando entre el candidato presidencial de la concertación Eduardo Frei (personaje que entrego gran parte de los recursos chilenos hacia las trasnacionales) y nada más y nada menos que el flamante candidato del partido comunista y uno de los principales accionistas de la UARCIS Jorge Arrate…. ¿Qué tal? En dicho convenio se firma un pacto para que el partido comunista pueda obtener un par de puestos en el congreso y con la firma de este ya Letelier presidente del partido ha informado que es muy posible que apoyen a Frei en una eventual segunda vuelta presidencial.



Todo esto es importante enmarcarlo en el hecho que en el llamado pacto de la unidad de la izquierda que se realizo meses atrás en el teatro Caupolicán, se dejó por fuera a gran parte de la izquierda chilena y se le prohibió al candidato Navarro y al candidato Ominami lanzar sus campañas presidenciales desde la ARCIS, aunque quizás correrían con mejor suerte si deciden rentar los espacios como Piñera, pero bueno esto no es más que una simple especulación.



Bien pero si a esto le sumamos que en la cátedra dictada por la fundación gran mariscal de Ayacucho durante los días 11, 12 y 13 de junio en ARCIS el director de la ELAP don Pablo Monjes, se refirió a que en Venezuela no había una revolución social, apoyando la polémica intervención que el día anterior había realizado el profesor Juan Carlos Gomes Leyton en el cual aparte de señalar esto ignorando los esfuerzos del estado venezolano en materia de transformar las manos en las que se encuentran los medios de producción, quien posteriormente al serles señalados dijo conocerlos y aplaudirlos, aunque nunca los mencionó en su intervención, señaló en una desacerbada intervención una comparación entre el presidente Chávez, Pinochet y Hitler que sin duda caldeó los ánimos en la sala Helvio Soto de la ELAP y creó gran malestar entre los asistentes.



Pero allí no termina todo, resulta que en la edición del día domingo 7 de junio del diario el mercurio salen declaraciones del rector de la ARCIS donde informa a la opinión pública que la ARCIS quiere despolitizarse, es decir que quiere que deje de ser tomada en cuenta como una universidad de izquierda y afín al partido comunista. Ahora bien podríamos especular que esto es una estrategia de mercadeo de esta empresa educativa para captar nuevos clientes, lo cual podría ser perfectamente válido desde esa lógica, claro está que lo extraño es que en medio de una época donde cada vez más firmemente los partidos y las organizaciones de izquierda asumen su papel en las diferentes naciones suramericanas y defienden sus principios, los bastiones de la izquierda académica de chile quieren despolitizarse.



Otra incógnita es ¿por qué es preferible para el partido comunista chileno pactar con la concertación en vez de crear una alianza plural y respetuosa entre los factores de izquierda que están emergiendo como el MAS, el partido ecologista o personajes como navarro o hasta el mismo Ominami?



Son sucesos que llaman la atención en especial cuando esta es una universidad que le vende la propuesta al estado venezolano de ser de una izquierda radical y por ende el sitio ideal para formar cuadros, sin embargo en la carrera electoral parecen olvidarse los principios éticos y aceptar casi cualquier cosa con el fin de que se les otorgue algunas migajas de poder, ahora la pregunta es a esto hay que llamarle ¿estrategia, guabineo, mentiras o simples acciones partidistas en año electoral?En fin son preguntas sin demasiadas respuestas en este junio extraño, y que a su vez a desplegado una serie de rumores sobre la posible venta de la universidad y de posibles compradores interesados que suenan más extraños aun, sin embargo esto parece ser el comienzo de una serie de sucesos poco claros que lucen como que se irán acentuando a medida que se acerque el desenlace de la contienda electoral… por ultimo me pregunto si así esta junio ¿cómo irá a ser noviembre?




Elaborado por: Carlos Larangeiras

Participación y debate: problemas prácticos


A propósito de la polémica planteada por Carlos Rivas





Personalmente, en este tema del hiper-liderazgo creo que habitan dos problemas íntimamente relacionados pero distintos al fin. En primer lugar, me parece que hay un problema si se quiere de “fondo” y en segundo, otro –también con todas las entrecomillas del mundo- de “forma”. El problema de fondo tendría que ver naturalmente con el contenido de lo que se discute y el segundo con el sentido de la discusión en sí. En cuanto al problema de fondo, que no es sobre el cual pienso detenerme, el asunto concierne ni más ni menos en el tipo de sociedad qué queremos y en el modelo económico que sustente dicha sociedad. O dicho de un modo más simple: el problema del liderazgo no tiene que ver con la posibilidad de discutir o no, de que te escuchen o no, de que te deje pensar o no. Y esto no sólo porque en cuanto a tales cosas lo único decente que uno podría decir es que no se necesita permiso para hacerlo, sino porque en el fondo lo que se cuestiona es la orientación que en determinadas circunstancias y bajo ciertas condiciones puede tomar dicho liderazgo. Así las cosas, bien es cierto que Venezuela cambió para siempre y para mejor si se le compara con el orden cuarto republicano, ¿pero es necesariamente por eso cierto que vamos rumbo a la construcción de una sociedad socialista? ¿Desarrollo y crecimiento económico en condiciones de mejor redistribución de la renta es forzosamente anticapitalismo? Yo no estaría tan seguro y creo que mucha gente tampoco aunque no me cerraría a la posibilidad de lo contrario. En tal virtud, discutir al liderazgo es discutir para dónde vamos y creo que en la condiciones actuales del proceso político venezolano esto es imperativo radical tal y como el propio presidente lo ha dicho y como cualquiera medianamente sensato admitiría en reconocer.


El segundo problema, el de la forma, parece trivial pero no lo es. Y la mejor prueba de que no, lo representa la polémica desatada por las declaraciones de Monedero y el revuelo en torno a la posición de lo que se ha convenido en llamar “los intelectuales de izquierda”. Hay un dicho, de Bretch creo, que dice que la mejor prueba de un pastel es que alguien se lo coma. En tal sentido, de poco sirve asegurar que uno es favorable a la crítica, que la impulsa, la promueve y la celebra, que está bien y que es lo mejor del mundo, si a la hora de la verdad, en el momento propiamente “crítico” de la cosa, solo la convalidad cuando es inofensiva para nuestros intereses o patrones mentales. En el marco de una política realmente revolucionaria, la igualdad y el disenso no son dos cosas muy importantes que hay que cuidar o dos derechos sagrados que hay proteger y demandar. En el marco de una política realmente revolucionaria y, especialmente, en el terreno de las relaciones entre los propios revolucionarios, la igualdad y el disenso son las condiciones mismas de la política revolucionaria en sí. La presuposición de igualdad de cualquiera con cualquiera y la preocupación por ponerla a prueba a cada rato mediante el disenso no son, por tanto, dos buenas consignas para animar las tertulias alternativas sino que son los fundamentos de lo que significa ser revolucionarios. Lo otro, en mi criterio muy personal, significa caer en eso que se llama el pensamiento policial: la mala costumbre de la distribución jerárquica de los lugares y las funciones, la compartimentación de lo que se puede y lo que no se puede decir, de lo que se puede y no hablar, de lo que se debe mirar y lo que no. Poco importa que se sea pedestre como Maduro al manifestarlo, “políticamente correcto” como los hipócritas u oportunista como los real politiks (“no es el momento para hacerlo”). El caso siempre será que una política que se pretenda emancipadora debe levantarse también contra estas formas de la decadencia que son el germen del conservadurismo y la manifestación más evidente de los pequeños fascismos que cultivamos bajo el ropaje del progresismo.


Lo anterior por su puesto no implica que el mundo del debate y la polémica todo lo que se dice es igualmente válido y tiene el mismo nivel de “verdad”. Pensar eso, en el mejor de los casos, significa pasar del autoritarismo de lo políticamente correcto o “lo pertinente” al no menos autoritario sofismo relativista. Así las cosas, lo que debe someterse a prueba permanentemente son las posiciones, las ideas, las ocurrencias, etc., esa es la verdadera batalla. Pero lo que no se debe poner en cuestión nunca es la posibilidad de que cualquiera tome la palabra y se manifiesta si cree que debe hacerlo por tal o cual razón. En el caso del artículo escrito por Carlos Rivas, yo encuentro problemática la intensidad que le pone a algunas acusaciones como la lógica adeca del gobierno y los principios goobelianos de la política. Para decirlo en términos simples me parece que exagera. Ahora bien, lo que celebro y mucho es que se atrevió a formular cosas importantes que se deben discutir, a “oxigenar” una discusión que sin duda estaba adormecida y que otros también han querido despertar. Este hecho pequeño me confirma lo que pensaba de él desde que lo conocí: que tiene lo que, desde mi punto de vista al menos particular al menos, caracteriza a un revolucionario de verdad: valor y consecuencia de principios.


Para terminar, me gustaría recordar un hermoso texto de Jacques Rancière llamado “los usos de la democracia” que creo que viene bien al caso y en todo caso me gustaría compartir con todos aunque en especial con Carlos y también con la Fabiana ya que a partir de una conversación con ella lo terminé leyendo. Con respecto al tema de la participación, Ranciére se cuestiona si tal y como se plantea en algunos debates contemporáneos la misma no se ofrece como “migajas de solución” a los grandes problemas que generaron “las grandes alternativas abatidas”. Esto, ya que por lo general “la participación mezcla dos ideas de orígenes diferentes: la idea reformadora de la mediación necesaria entre el centro y la periferia y la idea revolucionaria de actividad permanente de los sujetos ciudadanos en todos los dominios”. Según Rancière, la mezcla de ambos produce la “idea bastarda” que asigna, como lugar para el ejercicio de la permanencia democrática, la ocupación de los espacios vacíos, desocupados, no utilizados del poder. Más la permanencia de la democracia, se cuestiona: “¿no supone más bien su movilidad, su capacidad de desplazar los lugares y las formas de la participación?” Este poder que algunos obreros han adquirido mostrando durante una huelga que podían, en esas circunstancias, administrar una fábrica, ¿por qué tendríamos que desear que encuentre su perfección realizándose exclusivamente bajo la forma de autogestión y no inventar otras nuevas? O en el caso nuestro, el venezolano digo ahora yo, ¿por qué tendríamos que desear que el poder popular se efectúe única y exclusivamente en el espacio de los consejos comunales y el PSUV y no inventar formas nuevas, realmente revolucionarias, de participación? “La verdadera participación, sigue Rancière, es la invención de ese sujeto imprevisible que hoy día ocupa la calle, ese movimiento que no nace de otra cosa que de la democracia misma. La garantía de la permanencia democrática no pasa por ocupar los tiempos muertos y los espacios vacíos (abandonados, cedidos por el poder) por medio de formas de participación o contrapoder: pasa por la renovación de los actores y de la forma de su actuar, por la posibilidad, siempre abierta, de la emergencia de ese sujeto que eclipsa. El control de la democracia no puede ser sino a su imagen: versátil e intermitente, es decir, pleno de confianza”.


Luis Salas Rodríguez.
salarluis@gmail.com

domingo, 21 de junio de 2009

La discusión comienza a salir del lodo paranoico del “magnicidio”.



Se abre una brecha para volver a retomar el camino, que se nos había olvidado, está para la izquierda




Lo mejor del impacto de las declaraciones descritas en las conclusiones del encuentro de los intelectuales de izquierda, son dos cosas, por un lado, eso que ellos denominaron “híperliderazgo”, como que no tiene mucho de mentira, porque afirmando, en palabras del mismo Vladimir Acosta, que “el presidente Chávez es el alma, la vida y el líder del proceso político por el que estamos atravesando”, la cuestión de fondo se traduce en quien o quienes más hacen propuestas y discuten con relación a las formas en cómo se está desarrollando y hacia dónde se está orientando el proyecto político iniciado en 1999. Es que pareciera que a Chávez le da escozor colocarse en la misma posición que el colectivo, habla de los intelectuales y de su “pedestal ilustrado”, cuestión que comparto por demás, pero no se da cuenta del “obelisco” en el que se encuentra parado y desde el que se dirige al pueblo Venezolano. “Obelisco” que se ha construido él, con ayuda de sus burócratas aduladores, del pueblo, de la clase burguesa con la que pacta y con el resto de la sociedad, que no se atrevió durante mucho tiempo sino a “leer entre línea” sus discursos, revisar las patéticamente denominadas “líneas de Chávez” y a cuidar a la esfinge, de un posible magnicidio que secaba el debate y que encontraba enemigos en todos lados, pero que no ha permitido ver las sanguijuelas que tiene pegadas en su piel. Pero, ¡son útiles por que hacen el trabajo sucio! Claro hacen bien su trabajo, ensucian lo que tocan.


Problemas o contradicciones por las que atraviesa la propuesta que se encamina hacia la construcción del socialismo, no son discutidas, nos hacemos los de la vista gorda, aplaudimos y a veces lamentablemente adulamos, sin ni siquiera saber de donde provienen. Sin ánimos de ser “escuálido” o “hípercontrarrevolucionario”, no vemos que delante de nuestras narices están operando prácticas políticas que no tienen absolutamente nada de liberadoras. Por ejemplo, entre los principios de la propaganda NAZI elaborados por Goebbels, encontramos que en el tercer elemento se desarrolla la idea del principio de la transposición, que consta en “cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con ataque. Si no puedes negar malas noticias, inventa otras que distraigan”. Práctica hegemónica, y asesina de toda idea que se considere enemiga. Claro, a más de uno se le bajarán los calzones y se pondrá los lentes y me acusará de “híperloqueledélagana”, porque para acusar y señalar, sí está presta la defensa, ¿pero vernos las costuras? La compatibilidad con experiencias atroces de la historia nos indica que para donde vamos no es el llegadero.


Que no mueran los movimientos sociales, que son la verdadera vida de toda revolución, bajo la égida dominante del PSUV, o que estos se vean arropados por los cargos burocráticos que ofrece la institucionalidad del Estado, que mantiene viva la lógica clientelista ADECA, que absorbe, desmoviliza y desintegra; observar que el discurso y la práctica oficial, lo único que ha hecho durante los últimos 48 meses, cuando menos, ha sido fomentar la consolidación del sistema capitalista, nace la necesidad de reorientar la política estatal hacia una verdadera economía social, que transforme realmente las relaciones de producción existentes en el país; planificar estrategias que se encaminen a esclarecer ideológicamente el camino a seguir, manteniendo el espíritu crítico; además de cuestionar el accionar de los medios de comunicación; fueron grosso modo las propuestas concluidas en el evento de los denominados intelectuales. Que cabe destacar, no son híperextraterrestres, ni híperburgueses, mucho menos híperantichavistas, son un sector que propone cuestiones que pretenden abrir la brecha hacia el socialismo.


Son simplemente un sector de la sociedad que abrió una verdadera híperdiscusión, que se encontraba adormecida, aletargada y además con aires de complicidad. Señores, es una discusión que elevó un colectivo, no un señor. Señores el reimpulso esperado lo propició un colectivo, que cunde de su euforia a otras organizaciones. Damas, vuelve la luz a nuestra construcción masiva de la vía al socialismo. Damas, caballeros, jóvenes e intermedios, intelectuales todos, de la mafia “híperchavista” nos deslastramos ahora y retomamos la discusión de fondo que no totaliza las conclusiones a las que llegaron en el CIM, o este proyecto político, que no es del todo irreversible, sigue el curso de la derecha.


No me da la gana de aceptar ya la verborrea acusadora y paranoica del contrarrevolucionario. Hay oxígeno, respira y cuestiona. Comienza la labor que algunos tenían adormecida.


Elaborado por: Carlos Rivas.

jueves, 18 de junio de 2009

III Cine Foro




Después de haber concluido las dos sesiones anteriores, donde se proyectaron con éxito "Miranda Regresa", de la mano del director venezolano Luis Alberto Lamata, y "Los Niños del Cielo", dirigida magistralmente por Majid Majidi, la tercera oportunidad de disfrutar una producción cinematográfica, de muy buena factura y con muy buena historia, llega este sábado 20 de junio a las 3:00 p.m. (15:00 horas) en la sala "Helvio Soto" de la ELAP-ARCIS, en Huerfanos 1721.

Como en las oportunidades anteriores, la moderación estará a cargo de Isaías Canizález Ángel, y esta vez la presentación por parte de Susana Segovia.

Los Esperamos...

Ficha técnica:

Título: Postales de Leningrado

Director: Mariana Rondón
Año: 2007
Duración: 93 minutos
País: Venezuela

Hoy más que nunca sigue viva la "Maldición de Malinche"


La asquerosa mentira republicana comienza a mostrar las costuras de su tejido hegemónico


Se nos hace, de verdad, un poco difícil explicar lo incongruente que se ha convertido el discurso moderno que vociferan los Estados Nacionales de América Latina. Los postulados de sus discursos son demasiado bellos, con una estética impecable, con una filantropía que ablanda corazones apelmazados en la ignorancia, pero también con un descaro tal que nos hace a todos culpables, por mudos y ciegos ante tan ruin mentira. No importa, eso no es mucho problema, hemos estado durante siglos tratando de exterminarlos, incluso, creamos Repúblicas, para ciudadanos “civilizados”, amos y señores, que leen y escriben bonito, y que por medio de la cooptación hemos tratado, desde el estrado del poder, incorporar a los que habitaron esto que ahora se llama America; ha sido verdaderamente fabulosa la implantación de proyectos organizacionales trasladados de Europa, que desde las independencias Latinoamericanas no ha producido sino frutos modernizadores, cuestión de la que nos vanagloriamos quienes merodeamos por las esquinas de concreto de las ciudades latinoamericanas.


Hagamos un ejercicio sencillo para no hacer de este texto una pesadilla dolorosa. ¡Pongámosle música! O por lo menos hagamos mención a fragmentos de cualquier canción de algún cantor Latinoamericano. Vamos a ver como resulta la experiencia de analizar, lo que pareciera ser un grito de indignación tal, que si tuviéramos respeto verdadero por nosotros mismos, por los menos aceptaríamos que somos los invasores que continúan el proyecto iniciado por Colón en 1492. Escogimos, para ilustrar el texto, la canción de Gabino Palomares y Amparo Ochoa que se titula “LA MALDICIÓN DE MALINCHE”, que hace referencia además a la traición histórica que catapultó a Hernán Cortéz como dominador absoluto del impero Mexica[1].


“Del mar los vieron llegar, mis hermanos emplumados, eran los hombres barbados que la profecía esperaba. Se oyó la voz del monarca, de que el dios había llegado y les abrimos la puerta, por temor a lo ignorado. Iban montados en bestias, como demonios del mal, iban con fuego en las manos y cubiertos de metal. Solo el valor de unos cuantos les opuso resistencia y al mirar correr la sangre se llenaron de vergüenza. Por que los dioses ni comen, ni gozan con lo robado y cuando nos dimos cuenta ya todo estaba acabado[2]”. Así inicia la canción a la que hacíamos referencia en el párrafo anterior, y que nos permitiremos tomar de base para el desarrollo de este texto. Por un lado, ya sabemos lo trágico que ha sido la historia de los pueblos originarios de Nuestra América, y cuando digo Nuestra América, digo a la que pertenecen los ciudadanos “civilizados”, de mall y discotecas. Por el otro, en la última década, mejor dicho, la entrada al siglo XXI, se ha desenvuelto abanderado de la integración definitiva de todas las culturas y etnias latinoamericanas al proyecto del Estado-Nación, que “reconoce por fin”, la existencia y el otorgamiento de ciudadanía en cuanto lograron convertirse en sujetos de hecho y de derecho.


Nosotros, avanzamos, mejoramos y nos planteamos revoluciones porque reconocemos los derechos a los indígenas. Les decimos, “ahora ustedes son parte de la nación”, los sometemos de esta manera a las fronteras que se crearon durante la colonia y que heredamos hoy día, olvidando que para estas etnias el término FRONTERA, no es sino una cosa rara que rompe de cierta manera con sus espacios naturales de subsistencia.


En Chile, por ejemplo, en las riberas del lago Lleu-Lleu, se desarrolla desde un tiempo atrás, un conflicto entre las fuerzas del Estado y algunas comunidades Mapuches, la zona incluso se encuentra militarizada, porque “los violentos salvajes”, ponen en peligro la estabilidad de la nación. Es que la historiografía chilena se equivocó solo un poco, cuando denominó el conflicto contra las Etnias originarias, durante el siglo XIX, “pacificación de la Araucanía”, hoy más que nunca la rebeldía está presente entre quienes se niegan vivir bajo las leyes occidentales, con su lógica depredadora y su “cooptación”, que abre la brecha de las desigualdades sociales, permitiendo que unos pocos se adueñen de los espacios naturales en los que históricamente se ha desenvuelto la vida cotidiana de estos indígenas. Pareciera un irrespeto de nuestra parte, por seguir con el proyecto histórico del exterminio, o de parte de ellos, por no dejar que se exploten los recursos naturales que están en esas regiones, y que puede incluso beneficiarlos con alguna política pública que se maneje bajo la lógica del “chorreo”. También puede que esto sea un conflicto entre proyectos políticos, tal y como asegura Luís Llanquilef, sociólogo Mapuche: “El mundo indígena y el occidental son como dos universos que se miran pero que nunca se hablan”.


De asesinos y delincuentes, de salvajes y “anomios”, miles de acusaciones justificadas para quienes no quieren aceptar el supuesto triunfo de occidente, que tiene al sistema de acumulación neoliberal, como el modelo ejemplar para que nuestros países alcancen la tan ansiada vía al desarrollo, a costa solamente de abrir nuestras fronteras al extranjero y que desde afuera se disponga de los recursos naturales de la región, mientras que las multinacionales nos ofrecen empleo y “más chorreo”. De tal manera que: se nos quedó el maleficio, de brindar al extranjero nuestra fé, nuestra cultura, nuestro pan, nuestro dinero. Hoy les seguimos cambiando, oro por cuentas de vidrio y damos nuestra riqueza, por sus espejos con brillo. Aunque definitivamente, son los que lograron consolidar su proyecto moderno de organización republicana, los que lideran tan absurdo intercambio.


En la amazonía peruana no ocurre cosa muy diferente, el conflicto con los indígenas que se niegan a abandonar sus espacios de convivencia y subsistencia, se agudiza ante la reacción de un gobierno que no se detendrá en sus intensiones de instaurar una política rentista que favorezca los intereses trasnacionales, pero que se propone muy, pero muy en el fondo, extraer los recursos que se encuentran en el subsuelo con el fin de mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos de la república. ¿Pero de qué ciudadanos, los de qué clase? Todo esto forma parte del TLC, firmado con los Estados Unidos (el de Bush y Obama), que forma parte a su vez del proyecto gubernamental del presidente García, quien además acusa a Chávez, Evo y específicamente a sus contrincantes políticos peruanos, de ser los verdaderos culpables del conflicto en cuestión, dejando de lado la responsabilidad que sobre el tema tiene las políticas que pretende aplicar por sobre los intereses de la población.


El mismo García afirmaba que, la “Vergüenza caiga sobre los políticos que incapaces de convencer en las ciudades han ido a buscar en el fondo de la selva la barbarie para oponer al pueblo sobre el Estado”[3]. El jefe del Estado reiteró también, que existe una “conspiración permanente” de grupos radicales “con inspiración externa” que busca detener el avance económico del país[4]. Nosotros decimos que gobiernos como estos demuestran la verdadera intención que se esconde tras las repúblicas occidentales, que asegura que “todo es de todos y nada de ellos”. Pero no importa, los toques de queda les permite ocultar a los medios, que se prestan a la mentira, la cantidad de indígenas muertos que arrojan a las riberas de los ríos.


Lo que nos calma un poco la ira de tanta injusticia son dos cosas, por un lado que mañana se nos olvidará el tema y que no profundizaremos en el asunto, por el otro que los dos ejemplos mencionados no escandalizan mucho, por formar parte de las políticas neoliberales que se implementan en esos modelos económicos, que introducen a estos países al encanto de la tierra prometida propuesta por el “consenso de Washington”. Lo que nos aterra, es que en la Venezuela, que pretende enfilar sus fuerzas políticas y sociales hacia la construcción del manoseado y desconocido socialismo del siglo XXI, la contienda con los indígenas no causa sino una vergüenza mayor.


La Comisión Nacional de Demarcación de las Tierras y Hábitat de los Pueblos y Comunidades Indígenas, se cree un órgano socialista porque benévolamente establece los límites a los cuales deben estar sujetos el pueblo Yukpa de la sierra de Perijá. Un espacio “acorde para su subsistencia”, que no interfiera además con la “socialista explotación” de carbón, que como en las experiencias anteriormente señaladas, el Estado se convierte en un hambriento devorador de los recursos naturales.


Otorgarle títulos de propiedad a las poblaciones originarias es verdaderamente ridículo, lo mejor debería ser sincerarnos y decir que no somos filántropos de la vida. La discusión está vigente, la historia la seguimos escribiendo nosotros, mientras aquellos raros salvajes, que se niegan a morir, siguen poniéndole trabas a nuestro proyecto modernizador. El objetivo de estas líneas, era dilucidar una realidad, que no tiene nada de agradable y mucho de alarmante; dejamos por ende, que sea la canción referida la que cierre este dialogo, que se propuso ilustrar, pero que la vergüenza de no hacer nada nos hace cómplice de un proyecto que no permitirá la entrada de nadie más.


Oh! Maldición de Malinche, cuando dejaras mi tierra, cuando harás libre a mi gente.

[1] Denominación antropológica de los conocidos Aztecas.
[2] Todas las cursivas hacen mención a la letra de la canción en cuestión.
[3]Tomado de:

miércoles, 17 de junio de 2009

El HIPER-liderazgo

Lacan, el psicoanalista, decía de los celos que incluso en el caso que fuese verdad lo que se sospecha de la pareja – que se acuesta con otros- no por eso la estructura de los mismos deja de ser patológica. Del mismo modo, y cambiando todas las cosas obvias que haya que cambiar, algo más o menos similar puede decirse del tema este del “hiperliderazgo”: así sea verdad que el antes venerado y ahora vilipendiado Monedero es un agente del capitalismo mundial, un infiltrado de la oligarquía, un operador del “chavismo sin Chávez”, un intelectual pequeño burgués, un ignorante, y en fin, un cizañero borbón, no por eso lo que planteó deja de ser un hecho patológico, y no por que lo haya dicho él, sino fundamentalmente por la respuesta que al respecto apresuró tanto el presidente como sus glosadores habituales.

El hecho simple de tener que insistir en que una crítica al Presidente no es forzosamente una conspiración contrarevolucionaria es el mejor síntoma, para seguir con la metáfora clínica, de lo anterior. Y en el caso de Monedero, bien hay que decir que ni siquiera dijo nada novedoso o que no hubiese dicho el mismo presidente antes. En todo caso, lo que iba a comentar es que este tema de tener que hacer la confesión de fe chavista antes de opinar, es similar GRAMATICALMENTE HABLANDO, a la que hay que hacer cada vez que se acusa al estado de Israel de cometer alguna de las barbaridades que nos tiene acostumbrados: hay que partir aclarando que no se es antisemita, que no se es nazi ni se niega el holocausto, con lo cual de entrada todo efecto crítico se desvanece ante el chantaje histórico – dramático de la shoa y además igual sales acusado de genocida. Lo primero que uno se pregunta es dónde quedaron aquellos tiempos en que la crítica no sólo era bienvenida sino incluso promovida a lo interno del chavismo, cuando se decía, parafraseando a Allende, que ser revolucionario y no ser crítico era un hecho contranatural.

Cuando el tema del liderazgo por lo demás se lleva al plano sentimentalista, el debate no sólo se vuelve esteril sino que dejó de ser en sí mismo revolucionario. Por eso no es un tema menor el chantaje dramático. Digamos, por su puesto que para uno es legítimo el liderazgo presidencial, entre otras cosas, por reconocimiento de muchas cualidades personales y creo que la mayoría está consciente que su importancia fundamental en la conducción del proceso, pero de eso a adoptar una deuda infinita, martirizante y nunca suficientemente correspondida hay un enorme trecho. Supongo que será Mario Silva en su sabiduría infinita de exégeta presidencial alguna vez explique esta amalgama. Que explique en qué momento el liderazgo entre iguales y por tal motivo contingente del hecho revolucionario (”sólo soy una brizna en el viento del huracán revolucionario, un soldado al que las circunstancias han puesto al frente de esta batalla”) fue sustituida por la dependencia y la gratitud del poder pastoral (”yo que pudiera estar haciendo otra cosa hoy domingo y sin embargo estoy aquí…., yo que he sacrificado mi vida y familia por ustedes….”).

Si de sacrificios revolucionarios se trata, seguramente los 214 campesinos asesinados en los últimos años sacrificaron mucho más que cualquiera de nosotros. Por otra parte, si el liderazgo presidencial está amenazado por distintas vías (magnicidio, etc.) la respuesta revolucionaria no puede ser acentuar la dependencia. Esto no significa dejar que lo maten, lo único que significa es que la mejor dirección y la más fuerte es la dirección colectiva.

Lenin, el viejo bolchevique que los izquierdista del siglo XXI tanto odian por intransigente, solía decir que en el seno del partido revolucionario era tan contrarevolucionario colaborar con el enemigo como privarse de criticar a la dirección por temor al chantaje de colaborar con el enemigo. El partido bolchevique, por lo demás, y contrario a lo que suele pensarse, surgió y se mantuvo por mucho tiempo como un partido de tendencias ya que se partía que lo común a los revolucionarios eran sus divergencias. Por lo tanto, no deja de ser paradójico que cuando se habla del PSUV y la organización revolucionaria se tome al partido bolchevique como modelo de lo que no se debe hacer. Y lo paradójico por supuesto no es que se le deba considerar como modelo a seguir, sino que como cualquiera que medio conozca la historia sabrá la tendencia autoritaria y paranoica del partido bolchevique comenzó justo cuando se abandonó el impulso revolucionario y la nomenclatura consolidó “la victoria de las oficinas” sobre los soviets. Por suerte está muy lejos la experiencia venezolana, “por ahora”, de esto. Pero la verdad del caso es que sólo en una lectura burocrática de la práctica revolucionaria la crítica es un peligro y quien la hace sujeto de linchamiento público.
Elaborado por: Luis Salas

domingo, 7 de junio de 2009

Dequeísmo y queísmo. Rosita Pascucci: ¿al final o a la final?

Cuando nos toca desenfundar palabras y enfrentarnos al maravilloso, pero siempre complejo universo de lo escriturario, corremos el peligro de incurrir en un sinfín de galimatías. Para tropezar lo menos posible con estas incongruencias, es altamente recomendable que estemos conscientes de que, a pesar de nuestro apego a la lectura y al ejercicio mismo de la escritura, no estamos exentos de cometer ciertas faltas. La revisión constante de las reglas básicas de nuestra lengua es, sin duda, el camino más expedito para evitar tales anomalías. De igual manera, es importante no sumergirse en esas superfluas argumentaciones donde se trata de justificar ciertas falencias con estériles artilugios. No hay excusas que justifiquen esa tranquila mediocridad que tantas veces hemos escuchado y rebatido. Es, entonces, necesario no darle tregua a estos oscuros espasmos para así sellar cada una de esas grietas. En disímiles pláticas hemos mencionado que esta inquieta voluntad, a través de la cual siempre buscamos compartir esta pasión por la gramática, nos acompañará por siempre pues estamos convencidos de que siempre habrá un lugar para aquellos que, como nosotros, buscamos acercarnos al elemental manejo de estas normas. En consecuencia, es probable que en el otro mundo, si acaso ese otro mundo existe, seguiremos en nuestra decidida labor de amanuenses, develando lo hermoso de este oficio.

Hoy nos ocupa un apartado que ha despertado interés, y por consiguiente ciertas dudas, en algunos amigos. Nos referimos a un aspecto bastante puntual y que conocemos como dequeísmo y queísmo. Fenómenos que generan ruido y provocan algunas involuntarias agramaticalidades. La definición de ambos es muy sencilla y de fácil corrección. Veamos:

Se considera dequeísmo a la construcción morfosintáctica donde, por una equivocada interpretación, le agregamos la preposición “de” a un verbo transitivo sin que sea necesaria su presencia.

Ejemplo:
Pienso de que es un detalle no menor.
Debes de estudiar inglés.
Opino de que esa señora es muy agradable.
Supe de que vendría
Dijo de que volvería para agosto.


Ipso facto salta a la vista que la presencia de esa preposición produce ruido en la oración. Quizá, y esto es muy habitual, en la escritura el dequeísmo esté menos presente; en cambio, a la hora de conversar, de hablar, lo escuchamos con mayor frecuencia. Para evitarlo solo tenemos que eliminar esa preposición y el problema estará resuelto. Es así como lo correcto será:
Pienso que es un detalle no menor.

Debes estudiar inglés.
Opino que esa señora es muy agradable.
Supe que vendría
Dijo que volvería para agosto.

De igual manera debemos estar atentos para no incurrir en el llamado queísmo, el cual, en muchos casos, es el producto de nuestro temor a no cometer dequeísmo. Observemos algunos ejemplos:

Me di cuenta que no me quiere.
Acuérdate que no vendré el lunes.
Tengo la certeza que no hay helado de frutilla.
Espero estés muy bien.

Como señalábamos antes, para evitar tropezar con el dequeísmo, hemos obviado la preposición “de” cuando es necesario y gramaticalmente pertinente que la utilicemos. Entonces las formas correctas serían:

Me di cuenta de que no me quiere.
Acuérdate de que no vendré el lunes.
Tengo la certeza de que no hay helado de frutilla.

Observando en detalle cada oración, podemos ver que esas construcciones tienen una característica recurrente y es que todo lo que sigue a la preposición “de” puede ser sustituido por la palabra “eso”.

Veamos nuevamente, a través de los mismos ejemplos, la explicación:
Me di cuenta de + ESO
Acuérdate de + ESO
Tengo la certeza de + ESO


Aquí podemos ver cuán necesario es el uso de la preposición, ya que de no hacerlo estaríamos escribiendo de la siguiente manera:

Me di cuenta + ESO
Acuérdate + ESO
Tengo la certeza + ESO


Considero poco probable que intentemos expresarnos con tales oraciones porque la información que deseamos trasmitir no es clara ni precisa. De tal manera que cuando estemos en presencia de un verbo transitivo, evitaremos colocar la preposición “de”; y cuando el resto de la oración pueda ser sustituido por “eso”, nos corresponde colocarla.

Bueno, para finalizar esta entrega queremos hacer mención a la consulta de una amiga, Rosa Pascucci, cuyos hermosos ojos intentaban buscar, en medio de una sabrosa plática, una clara y convincente respuesta acerca de la forma correcta cuando decimos o escribimos la expresión: “al final” que, por natural contacto con el mundo de la oralidad, termina convirtiéndose en “a la final”. Aclaremos y resolvamos la duda. Cuando el contexto da cuenta de la siguiente expresión:

Yo pienso que, a la final, todos somos iguales.

Es evidente que estamos incurriendo en un error, pues la oración correcta es:

Yo pienso que, al final, todos somos iguales.

“A la final” sería una acepción correcta si se refiere a esa instancia a la que llega, por ejemplo, un deportista:

Carlos, con mucho esfuerzo, llegó a la final del campeonato de dominó.

Bastaría con corregir este pequeño errorcito para escribirla o decirla de forma acertada, en cada caso. Esperamos haber resuelto la duda. No podemos irnos sin agradecer a todas las personas que, de forma tan generosa, han manifestado su agradecimiento a estas lacónicas líneas. Gracias por leernos y por compartir este infinito amor por la indomable belleza de nuestra lengua.

¡HASTA LA PRÓXIMA!
Elaborado por: Isaias Cañizález Ángel

lunes, 1 de junio de 2009

Estudiantes venezolanos en Chile debaten sobre Vuelta a la Patria




Santiago de Chile, 1 jun. Estudiantes becados por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho) en Chile debatieron en torno al programa Vuelta a la Patria, los becarios se dieron cita en la embajada venezolana del país sureño para intercambiar sus líneas de investigación y reafirmar la educación como herramienta de la revolución con principio liberador.

El encuentro estuvo organizado, bajo metodologías de mesa de trabajo, en tres líneas de reflexión: la ética socialista, la articulación de las investigaciones de postgrado con el proyecto nacional así como la construcción del rol de becarios y becarias en el proceso socialista venezolano.

Uno de los planteamientos surgido en la discusión fue la creación de un centro de investigación para la generación y multiplicación permanente de conocimiento: “Quienes conformamos la Asamblea Socialista de Estudiantes Venezolanos en Chile coincidimos en la necesidad de trabajar en la edificación de un imaginario social, en contraposición a las diferentes manifestaciones del capitalismo, dirigido a la superación de la ética y lógica del capital” explicó Neida Colmenares, quien cursa el Magister en Políticas Sociales y Gestión Local de la Universidad de las Artes y Ciencias Sociales (Uarcis).

“En consonancia con los principios bolivarianos, concientes de la confianza depositada por el pueblo venezolano en cada uno de los becarios y becarias en el exterior, hemos estado reflexionando acerca del trabajo voluntario como principio de transformación de los medios y relaciones de producción buscando un cambio de la posición del individuo frente al trabajo donde la labor deja de ser una obligación para ser una vía de liberación” indicó Gersón González , estudiante del Magister en Economía en Arcis.

De igual forma, María Zerpa del Magister en Políticas Sociales y Gestión Local de la Uarcis, señaló que “el papel de los y las especialistas egresadas del convenio de Fundayacucho con las universidades chilenas debe estar orientado a contribuir en la formación de la nueva mujer y hombre socialista, a través del desarrollo de estrategias basadas en la educación popular que apunten hacia la práctica de la cooperación y la corresponsabilidad en función de garantizar la equidad, la igualdad, la inclusión y la justicia social”.

“Conciencia de lo social sobre lo económico, compromiso con la socialización de conocimientos, pensamiento de bien colectivo, actitud crítica ante la violencia promovida por los medios de comunicación, total convicción en la integración latinoamericana y especial voluntad hacia el trabajo en conjunto con organizaciones populares y movimientos sociales son algunos de los temas que nos unen y convocan” afirmó Alexander Palacios, estudiante del Magister en Ciencias Ambientales de la Universidad Bolivariana de Chile (UBC), en esta primera jornada de reflexión organizada por la Asamblea Socialista de Estudiantes Venezolanos en Chile.

Actualmente en la ciudad de Santiago se encuentran 110 profesionales venezolanos cursando estudios de postgrado mediante becas educativas otorgadas por la República Bolivariana de Venezuela a través de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho.

Escrito por Susana Segovia